miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Aguardos de caza como hides fotográficos?

Como saben los aficionados a la fotografía de animales en general y de aves en particular, los escondites o hides específicos para esta disciplina son bastante caros. Cuestan más de 300 euros los hides tradicionales con forma de iglú y de calidad, aunque recientemente ha salido un modelo de Sealth Wildlife que se queda en los 200 euros y tiene muy buena pinta aunque es bastante grande.

Hide fotográfico de la marca Stealth Wildlife

Muchos aficionados optaban por improvisar sus propios hides, por ejemplo como os hemos mostrado en http://www.vivelanaturaleza.com/Bricolaje/hide.php; si bien, navegando por la web podéis ver que hay tantos tipos de hides improvisados como aficionados a la  fotografía de aves. 

La otra alternativa era emplear aguardos de caza, que son más baratos.  El aguardo de caza tradicional es un prisma rectangular. Carece de techo, por lo cual hay que cubrirlo con algo, y tampoco está preparado para la fotografía, así que hay que cortar la tela para hacer un agujero por donde sacar el objetivo y ver lo que sucede en el exterior y cubrirlo con una red mimética. Muchos fotógrafos lo han utilizado con buenos resultados.
Aguardo de caza típico

Tras la aparición de las primeras tiendas de campaña con flejes de acero, a alguien se le ocurrió usar este sistema también en los aguardos de caza. Probablemente el más conocido en su día y el más presente en la red fue el hide de Decathlon.  Me parece que ya está descatalogado, pero podéis verlo aquí. Creo que tuvo bastante éxito entre algunos fotógrafos  –al menos de ventas- , no obstante a mí nunca terminó de convencerme. Lo primero, el color mimético, que más que camuflar cantaba a gritos al colocarlo en el campo; la tela también era muy fina, y, con el sol de espaldas, tu sombra se proyectaría en el frente y cualquier movimiento tuyo en el interior sería advertido por los animales; por otra parte, las ventanas eran enormes, innecesariamente grandes para un hide fotográfico  y nada prácticas; también su tamaño general es bastante grande, sobre todo una vez que le ponemos el techo, y cuanto más grande, más visible para los animales.  También es cierto que estos inconvenientes se podían solucionar echando mano de redes miméticas, telas opacantes  u otros sistemas caseros, quitándole el techo y camuflándolo bien, pero era un trabajo añadido que iba en contra de la portabilidad y rapidez de instalación del hide, y que personalmente prefería evitar.

Hace tiempo que quiero adquirir un hide comercial para poder instalarlo y desinstalarlo rápidamente en cualquier parte (ventaja de la que suelen carecer los hides domésticos), aunque  no terminaba de decidirme por ningún modelo. Pero recientemente encontré en la sección de caza de Ebay, tres modelos de los cuales dos me parecieron muy interesantes. En cierto modo era una compra arriesgada: el vendedor no admitía devoluciones y, aunque la descripción era bastante detallada, no sabía si me iba a encontrar con inconvenientes parecidos a los  del hide de Decathlón. Pero como la puja partía de 1,99 euros, pujé. Tuve la suerte de que no había muchas personas interesadas y pagué por los dos hides, incluidos los gastos de envío, menos de lo que costaba uno sólo sin gastos (en torno a los 100€). Ahora solo quedaba esperar a recibirlos y comprobar cómo son de apropiados para la fotografía.
 
Pues bien, recibí una grata sorpresa.
Aquí podéis ver los dos modelos antes de montarlos.  Son de la marca Wilder Store. Ambas fundas llevan correas para poder transportarlos a la espalda como si fueran mochilas,  traen sendas bolsas de piquetas e instrucciones de montaje (en inglés), y el grande (el de la bolsa circular, más pequeña), además, dos varillas para el techo.


El grande recuerda por sus formas al hide de Decathlón, pero sin su techo aparatoso, el cual ya va incorporado.  Una vez abierto (se abre como una centella) este es el aspecto que tiene.

Puesto de pie ya podría servir. Dispone de una puerta de acceso en la parte posterior, tres grandes ventanales en los laterales con sendas ventanas de menor tamaño. También presenta dos pequeñas ventanitas en la parte frontal  de las cuales ignoro la utilidad… Se me acaba de ocurrir que por ellas podría sacar un micrófono direccional cuando grabe vídeo.

También podemos colocar en el interior las varillas que trae para el techo, esto siempre antes de fijarlo al suelo con las piquetas. Las varillas dan solidez al conjunto y, como es muy ligero, nos permiten levantarlo y cambiarlo de sitio con facilidad sin que se deforme.
 
Es grande, aunque no exagerado: sin el techo es un cubo de 1,4 x 1,4 x 1,4m; al ponerle las varillas al techo crece unos 30cm más. El color del camuflaje es mejor que el de Decatlón. Por otra parte, si quieres fotografiar con un amigo cabréis los dos perfectamente.

El interior viene plastificado en negro, lo cual significa que es IMPERMEABLE –al menos en teoría-  Y OPACO, lo primero muy útil y lo segundo esencial en un buen hide fotográfico.  ¿Por qué digo impermeable en teoría? Porque aunque efectivamente la cubierta está plastificada, todos los visibles agujeritos de las costuras son goteras potenciales.
Respecto a los ventanales, como ya comenté dispone de los mismos grandes ventanales que el hide de Decathlon, pero en el centro de estos cuenta con unas ventanas más pequeñas muy adecuadas para sacar el objetivo y observar a los animales. Estas ventanas tienen una red mimética sujeta con velcro, de forma que se puede desprender en su parte inferior para sacar el objetivo y mantener en su sitio la parte superior para que no se nos vea. La red mimética está por encima de la cremallera, eso significa que para abrir la ventana tendremos que separar primero el velcro, bastante ruidoso.

La red mimética, es bastante fina, y si acercamos nuestra cara a más de una cuarta y media se nos verá desde el exterior. Lo más adecuado es añadir otra red mimética más densa sobre ésta. Podemos abrir un poco la cremallera del ventanal grande sobre el pequeño y colgar la red mimética de la ranura; o bien colocar las redes de los otros ventanales en el interior sujetándolas a la parte superior del velcro que habremos despegado al efecto.
 
En cuanto al plegado, no presenta dificultades en cuanto le coges el truco.  Mientras no se lo coges es sencillamente imposible. Este video del hide de Decatlhon puede ser de ayuda.

 
El otro modelo incluye una cómoda silla, y a pesar de ello viene todo en una pieza y se monta y desmonta con facilidad. Por cierto, este modelo también estaba disponible con dos sillas ¡y con dos sillas y una mesa! Es curioso, aunque perderán la ventaja de su tamaño comedido.

Al sacarlo de su funda y liberarlo de la correa que lo sujeta, la silla se despliega sola y los tres flejes de la cubierta quedan en la parte de atrás.

Estos flejes, al llevarlos hacia delante, cubren la silla conformando el escondite. Conviene colocar las dos piquetas posteriores y las centrales para que la tela no se agite continuamente al viento.

El fotógrafo se sienta entonces en la silla con su trípode y su cámara, lleva los flejes hacia adelante y queda dentro del hide. Es importante, aunque nada cómodo, colocar ahora la piqueta de la parte frontal, ya que de lo contrario, la tela tendría el efecto de una falda agitada por el viento y mostraría nuestras piernas revelando nuestra presencia en el interior.

Cuenta con un gran ventanal frontal, de escasa o nula utilidad para un fotógrafo, en cuyo centro tiene una pequeña ventana con las mismas características que las del hide grande, es decir, apropiadas para sacar el objetivo de la cámara.  Tiene además dos ventanales por cada lateral, también con red mimética sujeta con velcro y cubierta opaca con cremallera. En este aguardo, la red mimética está por delante del cierre con cremallera, por tanto no hay que despegar el velcro para abrir la ventana, aunque sí para poder sacar el objetivo, lógicamente. El sistema es mucho mejor, pues nos permite abrir un ventanal lateral sin hacer ruido.

La tela de este aguardo, especialmente por delante, me ha parecido escasa, le faltan 7 u 8 centímetros para llegar al suelo, aunque los pies quedarán bien escondidos en el interior, al menos hasta que tras varias horas de espera ya no sepamos como sentarnos y comencemos a estirar las piernas. Por otra parte, la ventana por donde sacamos el objetivo de la cámara está muy alta para fotografiar a gusto con mi 1,70 de estatura,  tendría que poner un cojín… o dos en el asiento para poder desenvolverme con comodidad. Una persona más alta probablemente no tendría este problema, pero los bajitos… El plegado es sencillo y no encierra ningún problema.


Visto todo esto me parecen dos hides de lo más recomendables en cuanto a su relación calidad-eficacia-precio. Cierto que ambos tienen pegas. Podrían mejorarse reduciendo un poco el tamaño del grande, haciendo más densa la red mimética de los ventanales para garantizar nuestra total invisibilidad en el interior o, puestos a pedir, con unas mangas de camuflaje para los objetivos. Pero no debemos olvidar que estamos hablando de aguardos de caza y no de hides fotográficos. Y, por unos 100 -130 euros dispondremos de un escondite portátil que podremos montar y preparar para sacar fotos en 5 minutos sin preocuparnos de nada mas.

Estos modelos podéis encontrarlos en la sección de caza de ebay, aunque no sé durante cuanto tiempo; también los he visto en la web de la Armería Álvarez  https://www.a-alvarez.com, en este caso, el grande con un patrón de camuflaje más atractivo;  el modelo con la silla está disponible en http://www.weboryx.com.  Seguro que los hay en otras tiendas pero, ante la duda, preguntad antes de adquirirlos si la tela es opaca y si los ventanales tienen redes miméticas.